La centella asiática, indispensable en la práctica medicinal ayurveda, es la planta india más empleada en la fitoterapia occidental, donde se destacan sus virtudes sedantes, tónicas, vasodilatadoras y dermatológicas. Contribuye a potenciar la producción de colágeno, la proteína que interviene en la piel, en las articulaciones, los huesos y los músculos. Aporta dureza y firmeza a estos tejidos y detiene la flaccidez. El asiaticósido estimula la activación fibroblástica y el colágeno in vitro, lo que le confiere una clara acción reepitelizante, muy útil para reparar la piel dañada
- Sales minerales: principalmente magnesio, potasio y sodio.
- Flavonoides: efectivos como agentes antioxidantes. En el Hamamelis se encuentran principalmente la quercitina, la isoquercitina. el kaempferol y las proantocianidinas
- Principios amargos y aceites esenciales: en una proporción de entre 0.01 y 0.5%. Entre ellos el safrol.
- Taninos: protectores y regeneradores de las células del organismo. La galacotequina se presenta en abundancia. También se presentan taninos gálicos como la hamamelitalina, muy profusa en sus hojas y en la corteza.
- Ácidos fenólicos.
- Ácidos gálicos.
- Ácidos caféicos.